domingo, 29 de octubre de 2017

Obras de arte en una taza de café por Lee Kang Bin



Medio somnoliento, muy pronto por la mañana entra en su bar de costumbre y pide un café para intentar despertar. Tras unos minutos de espera, el agradable camarero llega hasta su mesa y le trae lo pedido: una taza de café. Hasta aquí, todo normal, pero ¿qué ocurriría si en lugar de un vulgar café le sirvieran una auténtica obra de arte? Seguro que empezaría el día con mucho mejor pie. Es lo que hace con sus clientes Lee Kang Bin en  su cafetería C. Through en Corea del Sur


Aunque parezca increíble a la vista de sus obras, Lee jamás acudió a clases de dibujo. Aprendió a ser un maestro de las figuras en el café con leche durante sus diez años de experiencia como barista.


Con sus delicados pinceles y cucharas, usando crema gruesa manchada con colorante de comida, este “latte artist”  tarda unos 15 minutos en recrear obras de arte como “La noche estrellada” de Vincent Van Gogh, “El grito” de Edward Munch o “La bella y la bestia” que, curiosamente, es el diseño más solicitado.


Sus clientes aprovechan que sólo vende café frío para pasar varios minutos subiendo fotos a Instagram antes de dar el primer sorbo, lo que ha valido ser el “artista cafetero más famoso del mundo” y que sus creaciones sean seguidas por más de 160.000 personas en la red social.  



Pero la fama también tiene su parte negativa. Ante la avalancha de peticiones, Lee Kang Bin ya no acepta reservas en su cafetería. Así que si alguna vez visitan su maravilloso país y quieren degustar una de sus creaciones, más vale que acudan temprano. 





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