sábado, 7 de octubre de 2017

Los mayores errores en la historia del cine de Hollywood



Errores cometemos todos, pero si esos errores los van a ver decenas de millones de personas por todo el mundo, la cosa cambia. El periodista Víctor Arribas Vega analiza en su libro “Goof. Los mejores gazapos del cine” de la editorial Espasa numerosos errores del séptimo arte que ha ido recopilando a lo largo de los años. Les dejamos los más curiosos que hemos encontrado.

E.T.
SI por algo se hizo famoso este personaje creado por Steven Spielberg en 1982 fue por la célebre frase “E.T teléfono…mi caaasa”. Lo malo es que el alienígena nunca la pronunció. En realidad, decía “E.T. phone home” (E.T llama a casa), pero los dobladores al español decidieron cambiarla. Tenía más sentido en el original, pero dudo que se hubiera hecho tan famosa.  

Dos hombres y un destino   
Película de George Roy Hill de 1969. Butch Cassidy (Paul Newman) y Etta (Katherine Ross) dan un romántico paseo en bicicleta con la canción “Raindrops keep fallin on my head” de Burt Bacharach de fondo. Sin embargo, durante el recorrido, la posición de Etta va cambiando por arte de magia: unas veces va subida al manillar y otras veces va detrás de Buch. Parece que alguien falló en el montaje de la cinta.



Lo que el viento se llevó
En este caso, lo que fallaron fueron las matemáticas. La protagonista, Melania Hamilton, da a luz el mismo día que los confederados se marchan de Atlanta tras perder una importante batalla. Lo curioso es que en la realidad, esto sucedió el 1 de septiembre de 1884, justo ¡21 meses después de quedar embarazada! Al parecer, el error provenía de la novela original de Margaret Mitchell que lo justificó diciendo que “los hombres del sur siempre hicieron las cosas más despacio que los yanquis”.


Good Morning, Vietnam
Dirigida por Barry Levinson en 1987, narra la historia de un DJ (Robin Williams) que anima a las tropas norteamericanas en la guerra de Vietnam. Entre las magníficas canciones que pincha se encuentra “What a wonderful world” de Louis Armstrong, algo que resulta totalmente imposible ya que la acción de la película transcurre en 1965 y el bueno de Armstrong no la compuso hasta 1967. La elección de las canciones siempre es complicada en las películas históricas.



Náufrago
Vamos con un error de geografía. En la película de Robert Zemeckis se comete un error grave al ubicar la isla en la que Tom Hanks se tiró sus buenos años solo. Al final de la aventura, la novia de Hanks le explica que ha estado perdido en un islote situado al sur de las islas Cook, pero esto es imposible, ya que no hay tierra firme entre las mencionadas islas Cook y la Antártida.

Casablanca
Hasta en las obras maestras del cine se cometen errores. En la película de Michael Curtiz de 1942, Rick (Humphrey Bogart) se cala hasta los huesos bajo una intensa lluvia mientras lee la carta que le ha entregado su amigo Sam en la que Ilsa le explica que no podrá irse con él. Por arte de magia, en la siguiente escena, un segundo después, la empapada gabardina aparece completamente seca.


Mogambo
En este caso el error no provino de Hollywood sino de la deplorable censura que imperaba en aquella época en nuestro país. Para evitar la presencia en la película de un adulterio, los censores propusieron que los personajes de Grace Kelly y Donald Sinden no fuesen matrimonio sino hermanos. Así, las aventuras amorosas de ella con Clark Gable no serían adulterio. En lo que no cayeron fue en que si eran hermanos… cuando se acostaban cometían incesto, algo bastante más grave.

Chinatown
Jack Nicholson recordará toda su vida esta película de Roman Polanski y no por su magnífico papel sino por las consecuencias físicas que derivaron de ella. En una escena de la película, un matón se acerca a Jack y le ataca con una navaja, hiriéndole en la nariz. Hasta aquí todo normal. Lo “anormal” fue que, para dar realismo a la escena, ¡el director se la cortó de verdad! Eso se llama tomarse en serio el rodaje. 


Troya
En el rodaje de una película histórica se prepara todo para que no aparezca ningún objeto que no pertenezca a la época. Pero es imposible estar en todo. Lo que sucedió en “Troya” de Wolfgang Petersen es difícil de prever. Cuando en la escena aparecía Brad Pitt con el cielo azul de fondo, un avión se les coló en el plano. ¡La que se hubiese liado en 1193 si se les llega a aparecer un avión!

Ben Hur
Finalizamos con uno de los fallos más comunes en las películas: los objetos que aparecen y desaparecen. En esta mega producción de William Wyler de 1959, al finalizar la célebre carrera de cuadrigas, Charlton Heston, se acerca a visitar al moribundo Mesala a una estancia del Coliseo. Al entrar, deja la corona de laurel en una especie de mesita que hay en la entrada. Al salir, ni corona de laurel ni mesita; alguien la había “mangado”.

Y, a pesar de todos estos gazapos, las diez películas aquí expuestas fueron grandes taquillazos y muchas están consideradas obras maestras. Hasta los mejores cometen errores.


Les aconsejamos la lectura del libro y les sugerimos que, a partir de ahora, intenten descubrir más “gazapos” en las películas que vean. Se lo pasarán en grande en el momento en que descubran uno. 

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