viernes, 23 de septiembre de 2016

Juegos mentales, compruebe cómo le engaña su vista




Están de moda los juegos mentales, ya sea en programas de televisión o a través de Internet. Todos recordamos la imagen que se hizo viral del vestido de rayas azul y negro o blanco y dorado, según quien la mirara. Muchos sospechamos que éramos daltónicos.

Hoy les traemos a esta página una ilusión óptica creada por Jaques Ninio, también llamada la ilusión de la cuadrícula, que tiene dos versiones: la centelleante y la de Hermann.

En la primera, una rejilla está salpicada en sus intersecciones por puntos blancos sobre fondo negro que, según cómo los miremos, tienden a desaparecer. Fíjense bien en el cuadro y comprobarán que cuando no están mirando los puntos, las líneas grises parecen ser continuas. Sin embargo, cuando desplazamos la vista por el cuadro, los puntos se mueven de forma errática por la página, apareciendo y desapareciendo y cambiando del negro al blanco. Al fijarnos en una única intersección, el movimiento desaparece y se ve nítidamente que es blanco.



En la versión de Hermann. Al mirar la malla blanca sobre el fondo negro, parece que surgen manchas en las intersecciones de las líneas que desaparecen cuando se fija la mirada en una única intersección.



La explicación a estos engaños a los que nos somete nuestra vista no es otra que la visión periférica o lo que es lo mismo, nuestra capacidad para ver objetos que reflejan ondas de luz que se proyectan en zonas de la retina alejadas de la mácula. Esta visión periférica le permite abarcar con la mirada un radio de 180º. El problema es que los humanos no tenemos visión periférica sino central, lo que limita nuestro campo de visión a 30º. Cualquier cosa que quede fuera la podemos ver, pero no de forma nítida. Cuando fijamos la mirada, aumenta la nitidez y desaparecen los “engaños” de nuestra vista.



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