lunes, 17 de septiembre de 2012

Cintas musculares terapéuticas de colores: ¿moda o salud?



En las recientes Olimpiadas celebradas en Londres las hemos visto de todos los colores y de todas las formas posibles y seguro que más de uno se habrá preguntado qué eran y para que servían. Nos estamos refiriendo a esas cintas de colores que lucían en sus cuerpos una buena parte de los deportistas en la cita olímpica.

La “KinesioTape” fue inventada por el doctor japonés Kenzo Kase hace más de 30 años. Presidente de la asociación de Kinesio Taping y director de la sociedad quiropráctica en Japón, indicó que estas tiras reducían dolores musculares e inflamaciones y por ello, empezaron a introducirse dentro del mundo del deporte.


Japón y EEUU fueron los primeros países en utilizarla y a finales de la década de los 90 llegó a España. Sin embargo, no ha sido hasta estos últimos años y a raíz de su utilización por estrellas del deporte como Rafa Nadal, Novak Djokovic, Justine Henin, Ricky Rubio o Rudy Fernández cuando ha llegado a popularizarse.

El funcionamiento de estas cintas se basa en su forma, ya que contiene espacios con rugosidades y ondulaciones que levantan la piel. La teoría dice que al descomprimir el tejido celular subcutáneo disminuye el dolor, mejora la circulación sanguínea y tiene un efecto de drenaje linfático. Con estos efectos, reduce el dolor y la inflamación de la zona dañada.

Para que las cintas funcionen correctamente, lo más importante es su colocación. Se ponen sobre la zona a tratar con los músculos estirados y después se aplican de un extremo del músculo al otro casi sin estirar el esparadrapo. La primera pasada se coloca desde el inicio a la inserción del músculo para ayudarlo y descargarlo y la siguiente, al revés para favorecer la recuperación del músculo. No deben situarse sobre heridas, quemaduras, enfermedades de la piel, traumatismos severos y deben además realizarse pruebas de alergia antes de su uso en personas que tienen tendencia a estas reacciones y en niños. No tienen contraindicaciones, aunque puede surgir alguna irritación en la piel si se llevan más tiempo del debido. Como siempre, es preferible que sea un especialista el que se ocupe de su colocación.


Otro asunto es su utilidad puesta en duda por numerosos médicos y fisioterapeutas. Por ejemplo, el doctor Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE), señala que esta técnica carece de "evidencia de resultados"; “El hecho de que un deportista crea que esa técnica le favorece, sin ser discutible, no puede achacarse a sus efectos científicos. Sus beneficios aún no han sido aún ni descritos ni probados". Similar opinión tiene el doctor Juan José Ramos, profesor de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid, quien destaca que estas cintas "no son la panacea" ni muchos menos, sino que se trata de una técnica más, una forma más de rehabilitación que se usa dentro de la fisioterapia.


Por cierto, ¿por qué se utilizan distintos colores? No es cuestión de modas sino de cultura. Concretamente de las culturas orientales que es de donde procede. Según la tradición nipona, se deben usar los colores de la manera siguiente: el camel, cuando no se quiera “molestar” a la piel; el azul, para dispersar el calor; el rojo da “calidez” y el negro, para activar la musculatura. Sin embargo, los deportistas occidentales no suele respetar estas secuencias y se inclinan más por la estética y la combinación de colores con sus equipajes deportivos.

Beneficioso o no, estas cintas terapéuticas de colores parece que han venido para quedarse.


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