jueves, 3 de mayo de 2012

A partir del 4 de mayo ya no pagará más impuestos.



No. No me he vuelto loco aunque debo reconocer que he jugado un poco con las palabras del título de este post. Realmente no es que el gobierno de Mariano Rajoy, el de su comunidad autónoma o el de su ayuntamiento hayan decidido gastar menos y perdonarnos los impuestos a partir de ahora, sino que mañana, 4 de mayo, usted ya habrá trabajado lo suficiente como para poder pagar todo lo que nos exige el fisco a lo largo del año y a partir de ese momento, empezará a ganar dinero para satisfacer sus necesidades y caprichos. Nos explicamos.

Según el informe presentado este jueves por el think tank Civismo, mañana viernes, 4 de mayo se cumplirá el Día de la Liberación Fiscal en España. Es decir, ya habrán pasado los 124 días que un contribuyente medio necesita para cumplir con todas las obligaciones tributarias. Lo han leído bien: desde el 1 de enero ustedes han estado trabajando, única y exclusivamente, para pagar impuestos.

Vamos con los números: un trabajador con un sueldo medio de 24.400 euros brutos destina 54 días a pagar el IRPF, 27 al IVA, 23 a la Seguridad Social, 13 a los impuestos especiales y 7 a otros impuestos. En total, hablamos de 124 días y 8.261 euros para cumplir con el fisco, tras lo que el trabajador se quedaría con el 66% de su sueldo.


Ahora bien, estos no son los únicos impuestos que pagamos ya que nuestra empresa se encarga de cotizar a la Seguridad Social el 29,9% de nuestro sueldo bruto. Siguiendo el ejemplo anterior, la empresa para la que trabaja este empleado pagaría 7.296 euros más al fisco. Si en lugar de pagarlos el empleador lo hiciese el trabajador, éste vería su salario aumentado hasta los 31.696 euros brutos, pero sus obligaciones con el Fisco crecerían hasta los 179 días de trabajo y los 15.557 euros. O sea, hasta bien entrado el mes de junio. No es difícil llegar a la conclusión de que la presión fiscal en nuestro país hace tiempo que se ha vuelto insoportable, con un gravamen medio del 40% del salario de los trabajadores.

El presidente de la institución, Julio Pomés, ha explicado que publicar un estudio así persigue tres grandes objetivos: "Que los políticos sean responsables a la hora de gastar el dinero público, que cada contribuyente sea consciente de lo que le cuesta el Estado del Bienestar y que se conozcan las diferencias de la presión fiscal entre las diferentes Comunidades Autónomas". Porque encima no todos pagamos igual: un contribuyente del País Vasco o Navarra termina de pagar sus impuestos los días 29 y 30 de abril, respectivamente y, en cambio uno de Cataluña lo hace el 8 de mayo.

Si quiere saber qué día se libera, fiscalmente hablando, puede hacerlo consultando la "calculadora de impuestos"  que Civismo ha habilitado en su página web. Bastará con responder a diez sencillas preguntas para que esta herramienta nos diga cuántos días del año dedicamos a trabajar para el Estado.


La rueda de prensa posterior a la presentación nos dejó algunas “perlas” como la afirmación que hacía el secretario de Civismo, Pedro Schwartz, señalando que Mariano Rajoy "sí tiene otra opción que subir los impuestos". El economista recordó que "sólo el 19% del gasto de las Administraciones Públicas es una adición al PIB; el 23% restante, hasta completar el 44% del PIB, al que equivale el gasto público total, consiste en tomar dinero de unos bolsillos para meterlo en otros".

Por su parte, el vicepresidente de Civismo, Carlos Espinosa de los Monteros, subrayó que, "si el Estado fuese bien nacido, sería agradecido... Y, por lo tanto, haría mañana un homenaje a los contribuyentes que han dedicado toda esa renta que compone el gasto público". El reconocido empresario subrayó que muchos españoles están descubriendo poco a poco que "el gratis total no existe", y que esas "prestaciones universales y gratuitas" que prometen los dirigentes políticos no son, en muchos casos, económicamente factibles. "Los gobiernos sucesivos prometen una y otra cosa, pero debemos recordar que esas promesas siempre las pagamos nosotros. Cada vez más contribuyentes españoles creen que tenemos un Estado demasiado grande". Y a modo de anécdota, recordó que durante una visita a España, el Nobel de Economía, Milton Friedman, le sugirió que la presión fiscal jamás debería superar el 10%.

No puedo estar más de acuerdo con todo lo expresado por estos señores. Pagando un 40% de nuestros salarios, el Estado tiene un déficit del 8,5% del PIB, o lo que es lo mismo, unos 85.000 millones de euros y una deuda del 70% del PIB (más de 700.000 millones) ¡Y todavía salen progresistas y sindicalistas a pedir que se aumente el gasto público! ¿No sería mejor pagar la mitad de lo que pagamos y abonar esos servicios “gratuitos y universales” cuando los necesitemos? Claro que entonces, ¿de qué vivirían nuestros políticos?

Por cierto, los señores feudales cobraban a sus súbditos los famosos diezmos y todos les tachaban de déspotas por hacerlo. Ahora pagamos cuatro veces más; ¿Cómo podríamos llamar a estos “chupasangres”? Acepto sugerencias.


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