viernes, 23 de septiembre de 2011

Adiós, Zapatero. ¡Qué 25 cerdos hubiésemos podido criar!



Todo llega en esta vida; no hay mal que cien años dure; todo cerdo tiene su San Martín... en fin, escojan la frase que quieran pero lo cierto es que José Luis Rodríguez Zapatero ha participado este jueves en su último pleno como diputado en el Congreso.

Nacido en Valladolid un 4 de agosto de 1960, pronto se trasladó a León junto a su familia. Entre León y Asturias, donde pasaba los meses de verano, transcurrió su niñez y adolescencia y su vida cambió cuando en 1976 asistió en Gijón a un mitin de Felipe González. Aquel fatídico día nació su vocación política y tres años después se afilió a las Juventudes Socialistas. Ya en 1986 salió elegido diputado por León en las listas del Partido Socialista Obrero Español ; 25 años como Diputado; ¡qué 25 cerdos hubiésemos podido criar!

Este “hombre con suerte” (el vivo retrato en la vida real del personaje de ficción que interpretaba Peter Sellers en “Bienvenido Mr. Chance”) salió elegido Secretario General del PSOE en el año 2000 por apenas 9 votos de diferencia con José Bono y tras una estancia de cuatro años en la oposición (periodo en el que se le conoció por “Bambi” o por “Pancartero”) fue elegido Presidente del Gobierno tras unas elecciones marcadas por el criminal atentado del 11-M y su posterior manipulación mediática de sus entonces amigos de PRISA.


Su mandato se puede diferenciar en dos fases: la primera, mientras vivía de las rentas que le dejó el gobierno que le precedió y la segunda, cuando se le acabó el dinero.

De los primeros cuatro años se pueden destacar logros como el envío de tropas a Afganistán mientras promocionaba por medio mundo su utópica “Alianza de Civilizaciones”, la legalización del matrimonio homosexual, la promoción de la Ley de la Dependencia a costa de las arcas autonómicas, la Ley de Igualdad que no ha igualado a nadie, la creación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer que desgraciadamente no ha frenado la sangría de la llamada “violencia machista”, una regularización masiva de inmigrantes que tuvo un esperado “efecto llamada”, el intento de proceso de paz con ETA que se quedó en eso, en un intento repleto de mentiras y engaños con nulos resultados,  la populista Ley Antitabaco que ha llenado nuestras calles de terrazas de bar o la reforma de los Estatutos de Autonomía como el de Cataluña donde ha conseguido el más difícil todavía: que ni a izquierdas ni derechas, ni a “nacionalistas” ni “españolistas” les guste. ¿Y en economía? Nada. Ni una mísera reforma de calado. Sólo gastar, gastar y gastar. 

A pesar de tanto despilfarro y de haber aumentado el gasto público en un 40%  en apenas cuatro años (de 300.000 a 412.000 millones de euros), la economía española iba como un tiro. Imaginen lo bien que iba que en el primer año de la crisis, 2007, todavía tuvo el Estado un superávit de 20.066 millones de euros.


Pero todo cambió al empezar la crisis económica mundial. Un país mal estructurado económicamente, con una economía basada en la construcción y los servicios y con unos gobernantes sin los mínimos conocimientos exigibles, no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir a la mayor crisis económica sufrida por la humanidad desde la 2ª guerra mundial. Y así nos ha ido.

El aumento del gasto público para, según Zapatero, reactivar la economía (suponemos que ya se habrán dado cuenta de que esa fórmula no sirve para nada) supuso un déficit de 45.189 millones en 2008, 117.306 millones en 2009, 98.227 millones en 2010 y algo más de 60.000 millones en 2011 en el caso de que se cumplan sus previsiones, claro, que después, el nuevo gobierno abrirá los cajones y seguro que alguna facturita sin pagar encontrará.

De 2003 a 2010, Zapatero aumentó el gasto público en más de un 50%. Si hubiésemos seguido los sensatos pasos de otros países europeos, otro gallo nos cantaría. Por ejemplo, la Alemania de la odiada Merkel sólo lo aumentó en un 10%. ¿Cuánto nos habríamos ahorrado con una política de contención de gastos similar a la de Alemania? 

Se lo digo: España contaría hoy con un superávit de 14.000 millones de euros anuales (el 1,3% del PIB), incluso habiendo prestado la misma (y costosísima) protección social que se ha originado con la crisis. Sumando ese desfase a lo largo de estos años, el coste total llega a los ¡341.000 millones de euros! No en vano, Zapatero ha aumentado la deuda pública española del 36% del PIB del año 2007 hasta rozar el 70% en 2010.


Es más: si en los años de bonanza económica hubiese aprovechado el tiempo realizando las reformas económicas y laborales que el país, aun hoy, continúa necesitando, la tasa de paro, con total seguridad, no estaría en el 21%. Volviendo a las odiosas comparaciones, entre 2007 y 2010, el PIB de España aumentó un 1% y el paro pasó del 8% al 21%. Irlanda, otro país en apuros, vio como su PIB en el mismo periodo disminuía en un 20% y su tasa de paro pasaba del 5% al 13%.  Si España hubiese aumentado el paro en esa misma proporción, estaríamos pagando 12.0000 millones menos anuales en subsidios al desempleo.

Sumando los 112.00 millones gastados alegremente de más en el periodo 2003-2007, los 341.000 de los años comprendidos entre 2008-2010 y los 12.000 millones anuales en subsidios al desempleo (innecesarios con una reforma laboral “como Dios manda”), llegamos a la “bonita” cifra de medio billón de euros. Eso nos ha costado la falta de conocimientos económicos (“esto lo aprendes en dos tardes”) de nuestro querido Presidente Zapatero: 35.000 euros por contribuyente. Hasta nuestros nietos estarán pagando su ineptitud.


Las frases dichas por Zapatero a los medios de comunicación cuando salía, quizá por última vez, del Congreso son para enmarcar: “deseo que las cosas vayan mejor para España y por supuesto para los que tienen más dificultades" y “es un orgullo el haber representado a los españoles en el Parlamento y haber podido hacer todo lo que estaba en mi mano por el bien del país”. Para mear y no echar gota.

Al principio decía que hubiésemos podido criar a 25 cerdos. Me he quedado corto. Con un coste de 1.000 euros cada uno (que ya es costar), la piara de cerdos alcanzaría los 500 millones de cabezas. Mil millones de jamones y otros tantos de paletillas que se han perdido; ¡qué desperdicio!  

2 comentarios:

jdelasmuelas dijo...

Totalmente de acuerdo, ninguna visión económica de futuro (ya lo dijo Chávez: el partido que venga que se apañe con lo que quede) y ninguna visión política de país (ninguna política interior, jugando al desquite con los nacionalistas, y desastrosa la exterior, ningún país europeo o norteamericano le tiene estima).

Lo que ha provocado en 7 años de desgobierno ha sido un despilfarro galopante (para comprar votos, supongo) y un desastre político con ideas, en mi opinión, "de bombero" (lo siento por los bomberos, pero es el dicho).

Pero no hay que olvidarse que el que le dio el paso a la Moncloa no fue otro que el pueblo que le votó y creyó, a pie juntillas, lo que decía (o desdecía a los dos días) el "demagogo de la ceja", quizá producto de la LOE (también socialista).

La solución también está en nuestra mano.

Un saludo.

Sermau dijo...

Hola. Gracias por su comentario.

Si algo ha conseguido Zapatero es que estos siete años y medio serán muy recordados en todos los libros de historia y en muchos de economía como ejemplo... de lo que no se debe hacer. Y muchos de los que le votaron (los que no cursaron la LOE, claro) seguro que ya hace mucho tiempo que se arrepintieron.

Una crisis es algo muy serio y aquí le confíamos el mando del barco en plena tempestad al grumete que tenía los ojos más bonitos.

Espero que en esta ocasión, los españoles acertemos.

Saludos.