lunes, 27 de septiembre de 2010

Los diputados pagan 4,50 euros por un menú; el resto lo pagamos nosotros



El Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (DOCV) publicó la semana pasada la licitación del servicio de cocina, cafetería, comedor y restaurante de las Cortes Valencianas.

Entre otros aspectos, en el pliego de condiciones técnicas se detalla el precio máximo que el adjudicatario podrá fijar para cada uno de los productos que ofrezca en cada una de las zonas. Así, por ejemplo, el menú del día, que se compondrá de un primer plato, postre, pan, bebida y café tendrá un coste máximo de 4,50 euros; si ese primer plato se quiere sustituir por dos segundos, el precio aumenta hasta los 8 euros. Si lo que se pide son tapas, la de jamón y queso tiene un precio de 1,25, idéntico precio que un sándwich mixto y si les apetece un buen bocadillo de ternera, los “clientes” deberán desembolsar 2,50 euros (por un euro se puede conseguir uno de tortilla o de atún). ¿Les parecen caros estos precios? A mi tampoco. Más bien, lo que me parecen son inexplicables.

Lo primero que me extraña es la inclusión de la lista de precios dentro del pliego de condiciones. Comprendo que se exijan unos horarios, un buen servicio, una limpieza excepcional, un buen surtido de productos, pero ¿esos precios?

Sólo tendrían cierta justificación si las instalaciones estuviesen totalmente aisladas, en medio de la nada, y sus señorías y demás empleados no pudiesen consumir en ningún otro lugar, pero, por si lo desconocen, las Cortes Valencianas están situadas en pleno centro histórico de Valencia, en una zona en la que se pega una patada y aparecen tres bares y restaurantes. Entonces, ¿por qué obligar a ese precio “de amigo”?

Es lógico pensar que, con esos precios, ningún hostelero en su sano juicio presente una oferta para hacerse cargo del servicio. Pues les aseguro que se lo quitarán de las manos ya que la Cámara entregará 18.000 euros mensuales a la empresa explotadora en concepto de subvención. Es decir, los contribuyentes pagaremos más de 180 euros al mes por diputado (hay 99) o, lo que es lo mismo, 12 euros diarios (sus “señorías” acuden 180 días al año al hemiciclo). Que con los sueldos que cobran, los ciudadanos de a pie (muchos nos llevamos el "tupper" al trabajo) nos tengamos que hacer cargo del 75% de su factura alimenticia... tiene delito.


Ya sé lo que pensarán algunos de ustedes: la mayoría de los diputados no se rebajarán a comer allí y elegirán un buen restaurante de los alrededores; sólo acudirán a tomar algún café y, realmente, el bar lo utilizará el personal administrativo y de servicio que trabaja en las Cortes. Bien, la pregunta continúa siendo la misma ¿por qué les tenemos que pagar los contribuyentes sus almuerzos, meriendas y cenas? Que yo sepa, los sueldos que cobran no son nada desdeñables.

No se crean que esta costumbre es exclusiva de las Cortes Valencianas. Si tienen algún contacto, pregunten lo que vale un café en el Congreso de los Diputados de Madrid o una comida en el Parlament de Cataluña.


Aunque el escarnio público no termina con los políticos: este mismo sistema se emplea en universidades, hospitales, institutos, centros públicos, otros organismos oficiales... o sea, que media España le pagamos a la otra media (habitualmente funcionarios que ya cobran del Estado) su comida y bebida diaria a base de subvenciones a las empresas que prestan esos servicios.

Con estos argumentos, no resulta extraño que el 72% de los españoles quiera ser funcionario y sólo un 4% empresario.

2 comentarios:

McArt dijo...

Por medio de una conocida q trabaja allí, un día comí en el congreso, aquí en Madrid. No sé cuanto costó, pago ella, pero cuando dije que le debía el precio de mi menú, soltó ua carcajada y me respondió "luego pagas los cafés".
Así lo hice, fuimos a la barra y pedí 3 cafés... el precio no llegó a 2 euros...
Por compañeros de trabajo, en el Ayuntamiento es similar, creo q algo más caro, pero irrisorios comparados con los precios para "la gente de calle".

Por cierto, creo q cualquiera, previo paso por el control de seguridad, puede ir a estos sitios a comer.... quizá deberíamos hacer una quedada o aprovechar a los q pille cerca e ir a comer. Seguro q hacen una "reforma" o proyecto de ley para impedir a la prole entrar a sus "santuarios".

Un saludo amigo

Sermau dijo...

Gracias por la información, McArt.
Más que una quedada... ¿sabes si organizan bodas y bautizos?

Saludos.