lunes, 31 de mayo de 2010

Cómo le va a afectar el copago sanitario español



Los españoles andamos acongojados (por no decir lo otro) con los recortes económicos que se está sacando de la manga nuestro Presidente Zapatero: pensionistas, funcionarios, futuros padres, dependientes... Y parece ser que la cosa no va a acabar ahí.

Para el próximo “tijeretazo” empiezan a circular rumores y a cruzarse apuestas sobre a quien va a afectar. Por ello, cuando la Ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, señalaba el pasado martes que “su obligación es fortalecer el sistema y mantenerlo en el tiempo” por lo que tenían que estudiar “todas las alternativas posibles”, y declarar, dos días después, que el copago sanitario era una “línea roja” que el ejecutivo no se planteaba rebasar, a los españoles nos empieza a entrar la certeza de que el próximo sector damnificado va a ser la gratuidad de la sanidad pública.

Realmente, el copago sanitario ya existe: cuando usted retira de la farmacia el medicamento que le ha recetado el médico ya paga una parte de su precio. Asimismo, algunas enfermedades como las bucodentales o las relacionadas con la vista y el oído corren a cuenta del paciente en su totalidad. Pero ahora, este copago parece que va a ampliarse.

La medida que más se oye es la de pagar un euro por cada visita que realicemos al médico de familia ya que se considera que los españoles abusamos de esas consultas. Realmente eso no es así ya que una buena parte de esas visitas se tienen que realizar de forma obligatoria para solucionar trámites burocráticos que no tendría por que atender el médico. Aparte, la recaudación de ese euro supondría más gastos que ingresos para el erario público.

Como no nos van a sacar de dudas antes de que nos den el “mazazo” del recorte sanitario, para hacernos una idea, vamos a ver qué sistemas emplean nuestros socios europeos para controlar los gastos en la sanidad:

- Francia: Hay muchas medicinas, operaciones u hospitalizaciones no cubiertas. Para suplirlo, está generalizada la contratación privada de un seguro complementario por parte de los ciudadanos que pague esas diferencias. Si el asegurado no tiene contratado ningún seguro complementario, debe abonarlo de su bolsillo.

- Alemania: Para la compra de medicamentos, la aportación de los pacientes es del 10% del precio, con un mínimo de 5 euros y un máximo de 10. Ese copago debe ser desembolsado por todos, incluidos los pensionistas. En el caso de hospitalización, el paciente debe abonar 10 euros por día, aunque con un límite máximo de 28 días laborables por año. También pagan 10 euros al trimestre para ser atendidos por un médico de cabecera, dentista o cualquier otro especialista en su consulta.

- Portugal: La consulta básica en el ambulatorio cuesta 2,20 euros, 3 en los hospitales de distrito y 4,50 en los centrales. Por cada día de hospitalización hay que pagar 5,20 euros. La visita médica a domicilio cuesta 4,70 euros y todas las pruebas que se realizan en los hospitales tienen también una paga que debe ser abonada por los usuarios. Tienen rebaja los pensionistas y están exentos los menores de doce años, embarazadas o enfermos crónicos.

- Italia: Las visitas a un especialista pueden costar de 15 a 20 euros. Se penaliza el abuso de las Urgencias. Si el médico considera que no era imprescindible acudir a urgencias, cobra al paciente 25 euros.

- Austria: Los asegurados deben pagar 5 euros por cada receta para medicinas, exceptuando a los jubilados, niños y enfermos crónicos. La estancia en un hospital puede variar de los 8 a los 17 euros diarios, con un máximo de 28 días laborables de hospitalización al año.

- Suecia: Cada paciente paga entre 15 y 20 euros por visita al médico, sea familiar o especialista. Existe un tope de 85 euros anuales en visitas médicas y 180 euros en medicamentos. Todas las operaciones son gratuitas y los pacientes ingresados pagan unos 7 euros diarios.

- Irlanda: Asistencia gratuita par personas con bajos ingresos, embarazadas, bebés y la mayoría de los jubilados. El resto tiene que pagar 100 euros por acudir a urgencias si no son enviados por el médico de cabecera. La hospitalización cuesta 100 euros por día, hasta un máximo de 1.000 en doce meses. En medicamentos, cada hogar paga un tope de 120 euros a lo largo de un mes, a partir de ahí son gratuitos.

- Bélgica: El más duro de todos. Los ciudadanos tienen libertad para elegir médico y están obligados a pagar la consulta en función de unas tarifas libres que fijan los facultativos. Posteriormente, el sistema de seguridad social, que se gestiona a través de mutualidades, reembolsa a los ciudadanos un porcentaje de la factura, que suele rondar el 80%. Este sistema se aplica también al dentista. En niños se reembolsa el 100%, incluida ortodoncia. La mayoría de los asegurados tiene un seguro privado ya que el Estado sólo cubre parte de los gastos de hospitalización. Los medicamentos corren por cuenta del enfermo, salvo los antibióticos.

En fin, ya saben cómo se las gastan nuestros socios europeos. La única duda que nos queda es saber cuantas de estas medidas se aplicarán aquí en España. Vayan ahorrando.

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