lunes, 30 de marzo de 2009

¿Alguien sabe dónde están los sindicatos españoles?

Pasan los días, las semanas y los meses y los sindicatos españoles continúan mirando hacia otra parte. Da igual que hayamos alcanzado la cifra de parados más alta de la historia (y lo que aun queda por venir) o que los ERE se hayan multiplicado por cinco en el último año o que a cerca de un millón de parados se les esté acabando el subsidio de desempleo o que se hable de congelar masivamente las subidas salariales (incluso las aprobadas en convenio) o que la Seguridad Social vaya a entrar en números rojos o que haya deflación o que... en fin, que les da todo igual.
Basándose en una supuesta “actitud constructiva” y en un no querer provocar más problemas a la economía española de los que ya tiene, los sindicatos se han enclaustrado en sus sedes y no hay quien los saque de allí.

¿Por qué no se movilizan? Pues porque la crisis les ha pillado en un mal momento: a las ya celebradas elecciones vascas y gallegas, se une dentro de pocos meses las europeas y, claro, lo último que se les pasa por sus sesudas cabezas es crearle al gobierno socialista un nuevo frente de crisis. ¿Y si pierden las subvenciones?
¡Si hasta criticaron el otro día a los trabajadores autónomos porque se les ocurrió acercarse a Madrid para protestar sobre su situación delante del congreso y han tenido que callar, muy a su pesar, ante la convocatoria de manifestación que han convocado los sindicatos europeos en la capital de España el próximo mayo!

De todas formas, no se preocupen, pasadas las elecciones europeas y los meses estivales, seguro que nos espera un otoño calentito: en algún momento se tendrán que justificar ante sus bases ¿no?

Aunque vistas las declaraciones que efectúan, mejor sería que no se pronunciasen. Ante los datos sobre la inflación que han aparecido hoy (-0,1% en el último año, o sea, el principio de la deflación), el secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO, Javier González, ha considerado que el dato era “muy malo” y ha advertido de la posibilidad de que la "bajada" del consumo "lleve a más paro" -como pueden comprobar, se ha estrujado las meninges-, añadiendo: "estamos ante la posibilidad de que ante una patronal" que sólo mire para sus intereses "ésta bajada del consumo nos lleve a más paro y a caída de empresas", ¿Ven cómo el culpable siempre es el “sucio patrono capitalista” y nunca los miembros del inmóvil y paralizado gobierno?

Continuemos con las reacciones: Cándido Méndez, secretario general de UGT, ha afirmado que la bajada de precios en marzo era un "dato previsible" que refleja "hasta qué punto la recesión está haciendo mella en la economía española". ¿Dato previsible? ¿Y dónde y a quién se lo había anticipado Cándido Méndez? Si incluso los gurús del Ministerio de Economía preveían que esto podía pasar en los meses de verano y no ahora... Pero claro, ellos dicen que era “previsible” y la población piensa: “como se lo veían venir, habrán tomado medidas para que no nos pase nada malo” ¡Ja!

Y es que Cándido Méndez se quiere hacer pasar unas veces por listo y otras por “cándido”. En plena destrucción acelerada de empleo, al sindicalista no se le ocurre nada mejor que proponer reducir la jornada laboral a 35 horas semanales organizadas en cuatro días. Así, nos dice, las empresas tendrán que demandar más trabajadores para mantener su nivel de producción y el paro se reducirá.
Lo que no nos dice es si, de aprobarse su propuesta, los trabajadores verían reducidos sus salarios en la misma proporción que las horas trabajadas (-12,5%), porque, en caso de continuar cobrando lo mismo, habrían visto aumentados sus emolumentos, si no en metálico, si en tiempo libre. ¿Ustedes creen que en la actual situación los empresarios pueden aumentar los salarios de sus trabajadores en un 12,5%? Cándido, si.

Es la primera vez que escucho que la recuperación de una crisis en la que se destruye riqueza de forma masiva debe pasar por dejar de producir aun más riqueza.
¿Y por que no trabajar 30 horas? Así se reduciría el paro el doble. ¿O por qué no vamos sólo a trabajar ocho horas los martes (que los lunes son difíciles) y cobramos el sueldo íntegro? Sr. Méndez: si usted lo consigue, tendrá mi más incondicional apoyo para toda la vida.

Así son los sindicatos españoles; su objetivo nunca ha sido defender al trabajador, sino vivir del cuento con esa excusa. Y bien que les ha ido hasta ahora.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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