jueves, 11 de septiembre de 2008

Mercenarios invaden Venezuela


“El tirano Ramón Solano usa el suministro petrolero venezolano para controlar el país y convierte Venezuela en una zona de guerra. Mercenarios con acento estadounidense asaltan instalaciones petroleras durante el sangriento golpe de estado”.
Bueno, esto como ya habrán comprobado no es real. Simplemente es la trama de un videojuego que acaba de salir a la venta, “Mercenaries 2: World in flames” se llama el nuevo lanzamiento. Es un juego de acción, como muchos otros que en lugar de utilizar escenarios de Oriente Medio o Europa Oriental, se desarrolla en el país sudamericano.

Todo quedaría en una anécdota si no fuese porque a los mandatarios venezolanos, que unos yanquis invadan su país, aunque sea ficción, les ha sentado como una patada ahí donde más duele. Lo han calificado como un ejemplo de una campaña propagandística inspirada por Washington, que incluso pudiera preparar psicológicamente para una invasión verdadera.


¿Paranoias? No lo duden. Cualquier motivo es bueno para movilizar a una sociedad desinformada. Pero claro, cuando uno lee las últimas informaciones que nos llegan desde Venezuela y dejando volar un poco la imaginación... quien sabe.

A partir de ahora, todo es verídico: dos bombarderos de largo alcance rusos han aterrizado en el aeródromo “Libertadores” de Venezuela y permanecerán durante varios días para realizar vuelos de entrenamiento sobre aguas neutrales.
No es de extrañar; en julio Hugo Chávez visitó Moscú y dijo que las fuerzas armadas rusas serían bienvenidas en su país. Incluso afirmó que “si algún día la flota rusa llega al Caribe organizaríamos una fiesta porque sería la llegada de un amigo”. Me parece que ya están preparando los tambores y las banderitas porque funcionarios venezolanos han anunciado que en noviembre cuatro barcos de guerra (con capacidad nuclear) visitarán Venezuela.


¿Qué pretende Chávez? Lo tengo claro: tocarle las narices a los Estados Unidos. El problema es que con sus manías lo único que está consiguiendo es reavivar los rescoldos del antiguo enfrentamiento que ocurrió durante la guerra fría y Rusia, como contestación a la llegada de barcos estadounidenses a Georgia, está encantada de enviar unos cuantos barcos para meter miedo a los yanquis.

Por favor, dejémonos de “juegos” estúpidos, porque los tres “jugadores” que hemos nombrado son altamente peligrosos y cualquier chispa que salte puede provocar un incendio de consecuencias difícilmente cuantificables.
La paz cuesta mucho conseguirla. Que se dejen de provocaciones y de estirar la cuerda porque, ya saben, al final suele romperse.

¿A que el juego de los mercenarios ya nos les suena tanto a ciencia ficción?

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