lunes, 21 de abril de 2008

Fútbol 1 – Malaria 0


John Hadfield fue en su niñez uno de esos visionarios de Internet de los que todos hemos oído hablar. Con 13 años, en el dormitorio de su casa creó un portal de fútbol, soccer.net, que cuatro años más tarde vendió a la cadena estadounidense de deportes ESPN por la friolera cifra de 25 millones de euros.
Ahora tiene 25 años y estudia ciencias políticas en la Universidad de Harvard. El año pasado realizó un viaje a Zambia y se dio cuenta del drama que supone una enfermedad que está diezmando a los niños de los países más pobres: la malaria.

Con toda la experiencia que ha acumulado durante estos años en el mundo de Internet, a John se le ha ocurrido crear un nuevo portal, esta vez para ayudar en la erradicación de la enfermedad, www.malariaengage.org se llama su nuevo proyecto. ¿En qué consiste?
Nuestro emprendedor comprobó en su viaje al país africano, que ideas y proyectos para acabar con la malaria no faltan, de lo que andan escasos los investigadores de allí es de dinero. Así pues, desde su portal, anima a donar diez dólares o más para ayudar a estudios en marcha. En un principio, se quiere prestar ayuda a siete proyectos de investigación en Tanzania y su primera intención es recaudar 50.000 dólares para conseguirlo. Después, a medida que las investigaciones vayan terminando, se sustituirán por nuevos estudios.

Parece una página más para recaudar fondos, pero la idea de Hadfield va un poco más allá; quiere que los donantes puedan relacionarse con los investigadores cuyos proyectos reciben la financiación, y obtener fotos o información de ellos. Quieren promover la participación y el compromiso individual. Crear una especie de red social con intereses comunes.

No podemos olvidar que la malaria es una enfermedad que se puede prevenir de manera relativamente económica. En algunas ocasiones, solamente con instalar mosquiteras tratadas con insecticida, es suficiente. Por lo tanto, es estremecedor que cada día mueran 3.000 niños por culpa de ella. Al año, cerca de un millón. Una barbaridad.
Como dice irónicamente Hadfield, “hay más cosas en la vida aparte del fútbol”.

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