DIA DE LA MUJER, MALTRATADA

Hoy se celebra en todo el mundo el Día de la Mujer Trabajadora. Sin embargo, desde aquí, nos queremos referir a uno de los problemas más sangrantes que afectan a las mujeres: los malos tratos en el hogar.
Hace unos días publicábamos desde este blog una denuncia sobre el mal uso que se le daba al teléfono de la violencia de género (016) y de los cuatro imbéciles que llamaban a él para gastar una broma. Ya decíamos que un tema tan serio como son los maltratos en el hogar no se estaba tomando en serio por parte de la sociedad en general. Pero lo que no nos esperábamos era que tampoco se tomase en serio por parte de la autoridad, o del gobierno, como lo queramos llamar.

La Confederación Española de Policía (CEP) acaba de denunciar el absoluto descontrol que existe en torno a la protección de las mujeres maltratadas. Según la ley que aprobó este gobierno, y que nos recuerdan constantemente, las mujeres deben denunciar los malos tratos como primer paso para poder salir del infierno que les espera en sus hogares. A partir de ahí, es el estado el que les debe dar protección.
Según nuestros mandatarios, se está haciendo un gran esfuerzo para salvaguardar a las mujeres amenazadas y gracias a ellos, el problema está desapareciendo. Los cifras son muy tozudas y la cantidad de mujeres asesinadas a manos de sus maridos dobla este año las malas cifras que había hace dos. ¿Cómo es posible que después de tantos esfuerzos por parte del gobierno la macabra cifra de asesinatos aumente? Pues, porque es mentira. Como otras muchas cosas.
¿Saben cuantas mujeres maltratadas tienen que vigilar cada agente destinado a la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección (UPAP)? Doscientas cada uno. Y encima, la mayoría son policías de “segunda actividad”, es decir, mayores de 55 años y con limitaciones para realizar actividades operativas.
Ojo al detalle: en Madrid hay 30 policías para atender a 7.000 mujeres amenazadas, en Valencia 13 funcionarios (todos de segunda actividad) para 1.000 órdenes de protección, en Zaragoza 19 para 2.011, en Córdoba 6 para 432, en Las palmas 11 para 1.101, y así en todas las ciudades de España.
Por si fuera poco, la mujer que denuncia a su pareja tiene que pasar por una evaluación de riesgo que se realiza a través de un programa informático. Mediante 30 preguntas que la víctima va contestando, el ordenador decide el nivel de riesgo que padece esa mujer. Elabora un informe que remite al juez de guardia (sin pasar por peritos, asistentes sociales ni psicólogos) y después se acuerdan las medidas cautelares pertinentes. Como pueden comprobar, todo muy humano. ¿Y si la mujer está nerviosa, contesta diferente y la máquina se cree que no hay peligro? Con lo que cuesta tomar la decisión de denunciar al compañero, ¿no les parece que como mínimo la víctima debería sentirse acompañada del calor de un profesional?

Y lo peor de todo es que las mujeres que han pasado todos estos trámites farragosos, se creen que están protegidas. Gran error. El estado, con esa falta de medios efectivos, no las puede proteger. Continúan a merced de esos enfermos mentales que eran sus maridos o compañeros.
¿Se explican ahora porque la cifra de mujeres muertas a manos de sus compañeros no para de crecer año tras año?
Este gobierno presume de potenciar las políticas sociales y de luchar por los derechos de las mujeres. ¡Cuanta propaganda barata nos tenemos que tragar!
Adioz.