miércoles, 20 de febrero de 2008

CONSUMISMO SI, PERO SOLIDARIO


No son las primeras tarjetas de crédito de este tipo y esperamos que tampoco sean las últimas. La compañía emisora de tarjetas MBNA ha presentado su gama de tarjetas solidarias. ¿En qué consisten? Es realmente sencillo. Usted solicita una de estas tarjetas y, solamente por este hecho, MBNA hace una aportación económica a una de las ONG que colaboran en el proyecto. Además, cada vez que la use, también se realizarán aportaciones económicas y, de forma permanente se hará entrega a las organizaciones de un porcentaje de los ingresos generados.

¿Tienen algún truco, alguna letra pequeña estas tarjetas que pueda perjudicarnos? Lo he estado leyendo con detenimiento y no le veo ninguna (lo cual no asegura que no la tenga): la tarjeta se asocia a la cuenta que usted desee, sin tener que abrir una nueva, es gratuita de por vida, ofrecen cobertura de protección de compras y permiten transferir dinero extra a la cuenta cuando el usuario lo requiera. O sea, el ideal de tarjeta.

Pero vamos a lo que nos interesa. ¿Con qué ONG vamos a colaborar cada vez que paguemos con ellas? Podemos elegir entre tres:
La tarjeta asociada a la Fundación Vicente Ferrer destina sus aportaciones al programa de microcréditos para mujeres que esta organización impulsa en el distrito indio de Anantapur para que estas puedan ser económicamente independientes.
La tarjeta Visa Global Humanitaria aporta fondos para el mantenimiento de un programa de comedores escolares en Perú, con el empeño de incentivar la escolarización primaria en las comunidades rurales y mejorar el estado nutricional de los niños.
La tercera es la Visa WWF/ADENA que destina fondos para un proyecto de plantación de miles de hectáreas de bosque mediterráneo.

Bueno, ahora depende de ustedes el contratar estas tarjetas, pero yo no lo dudaría; sin tener que realizar aportaciones adicionales estamos contribuyendo a que estas organizaciones puedan llevar a cabo sus proyectos. Solamente utilizándolas. Y por desgracia para nuestros bolsillos, cada vez las utilizamos más. Ahora podemos tener el pequeño consuelo de que nuestro consumismo ayuda a otros que están más necesitados.
Lo difícil va a ser decidirse por una. ¿Se pueden solicitar las tres?